Micro Relatos ENVIADOS

La Sra./Srta.: <MK> de 28 años y que vive en PERU envió el siguiente Abrazo Especial : No hay nada más hermoso que abrazar a los hijos... ese abrazo nos renueva, ese abrazo es un instante mágico, ese abrazo nos hace entender que ha valido la pena vivir, ese abrazo nos recuerda que estamos vivos, ese abrazo nos hace agradecer a Dios. Abracemos más a nuestros hijos :-)

El Sr.: <Pedro> de 29 años y que vive en Madrid envió el siguiente Micro Relato : La condesa que soñaba con ser drácula La condesa Natasha pertenecía a la aristocracia, ella aparecía en ambientes nocturnos selectos(de la calle Velazquez), entre las dos y las 3 de la mañana, ella soñaba con ver el mundo futuro a través de dos bolas de cristal, pertenecientes a un mundo de tres dimensiones , x y z, dichas bolas botaban en una altura infinita y en su caída no llegaba a tocar el suelo, su poder electrizante de poder volar y tener esa sensación de vacío con la música, y absorber la energía en un rayo, le dotaban con unos poderes casi vampíricos En su mundo real de dos dimensiones, tenía conflictos con el espejo, odiaba la luz del sol, es decir el día. Como podría llegar a Transilvania, a conocer el ancestral castillo del conde Draco Sólo había dos opciones por tele transporte, o saliendo de noche y caminar en el aire, casi como si volara La mezcla de agua y vino, nunca le hacían envejecer Lo que si se sabe es que todos los días entre las 5 y las 6 de la mañana desaparecía a su casa, una casa que nadie conocía, pero todo se reducían a un proceso cíclico, todas las noches entre las 12 y las 6 de la mañana aparecía puntualmente, en el mismo lugar , en un breve espacio de tiempo, pero de la dama misteriosa, sólo se sabía que soñaba con ser drácula en la otra vida en su mundo de ficción, en realidad sólo tenía un porte de descendencia aristócrata, que es lo que le convertía en la dama misteriosa Su mundo en la ficción era un tablero de ajedrez en tres d donde ella soñaba con ser la dama blanca que se commía a la dama negra, en la realidad soñaba con dos cosas la pasíon prohibida igual que un rombo, y su segundo cvapricho de condesa rica y poderosa eran los diamntes

La Sra./Srta.: <Anónimo> de 0 años y que vive en Tenerife envió el siguiente Micro Relato : Entre sus brazos, el cielo y el infierno. Bajo sus pies, la tierra en la que hunde sus miserias, mientras busca la mirada perdida, un nuevo amanecer.

La Sra./Srta.: <Anónimo> de 0 años y que vive en Tenerife envió el siguiente Micro Relato : Quiera la luna, la tierra, el fuego y tu mirada, abrazar el alma del futuro ser que ilusionado avanza a través de eras y distancias.

La Sra./Srta.: <Anónimo> de 0 años y que vive en Tenerife envió el siguiente Micro Relato : Dolor, gozos y sombras. Abrazos permanentes que evocan los verdes impecables del fondo de tu alma. Ilusionada apenas, siempre en cambio dispuesta a dar la vuelta y a pesar de todo vestirse en tenues tules que secan de tu rostro lágrimas.

La Sra./Srta.: <Anónimo> de 0 años y que vive en Tenerife envió el siguiente Micro Relato : Lo sabía desde siempre, sin embargo insistió hasta ceder aquella férrea resistencia. Le abrieron la puerta, lentamente. Lentamente apareció ante sí aquella escena. Que no por sabida, era menos esperada. Le abrazó el tenue perfume de rosas que bordaban los encajes con formas imposibles. Fue la última vez.

La Sra./Srta.: <Anónimo> de 0 años y que vive en Tenerife envió el siguiente Micro Relato : Eran tan largas las filas, que no alcanzaba su mirada a sorprenderse. Saltando de un color al otro, se perdía a través de los kilómetros en unos campos impecables de arcos iris horizontal, prendido, abrazado a la tierra, buscando el calor en el poniente sol.

La Sra./Srta.: <Anónimo> de 0 años y que vive en Tenerife envió el siguiente Micro Relato : Aquella tarde, la escalera mecánica siempre ascendente, la alejaba de la nieve callejera que comenzaba a ensuciarse desvaneciendo promesas de abrazos eternos e ilusiones perfumadas de maderas lejanas.

La Sra./Srta.: <Anónimo> de 0 años y que vive en Tenerife envió el siguiente Micro Relato : Aquellos fueron y estos aún no lo son. El abrazo salvador permanente en su memoria, la rescata del olvido y la soledad.

La Sra./Srta.: <Aurora-Ángeles> de 44 años y que vive en Tenerife envió el siguiente Abrazo Especial : Queridos amig@s, quisiera compartir mi comentario con tod@s, aunque sea algo tarde pero como dice el dicho......mas vale tarde,..... Como algunos saben, estuvimos el 19 de Diciembre en La Laguna repartiendo abrazos.Para mí fue como llenar una olla con buenos deseos, una experiencia que me llenó de mucho amor y repartí tb mucho. Doy Gracias a los abrazos tiernos,deseos de amor y felicidad,abrazos compartidos, a un gran oso que aceptó sin casi decírselo, a los niños de tiernos corazones y a los no tan niños que los acompañaban pero que aceptaron de igual forma, a esas personas que no aceptaron pero que supieron escuchar,a los que ya tenían quien se los dieran y a esa persona q con un gesto lo dio de igual forma e incluso desde el corazón, y a todos aquellos que se ilusionaron, y a los que preguntaban el porqué,a los que se dieron en la distancia, a todos y cada uno de ellos GRACIAS, porque un día normal se puede convertir en mágico....... Que sepan todos, que Lía es la responsable de que hoy mi corazón sea mas feliz y que haya podido hacer algo que deseaba.........GRACIAS, gracias por enseñarme que aún quedan seres que se permitan sentir los abrazos. Gracias a los compis, de ese taller y a esos abrazos que hecho de menos, buaaaaaaaaa......a ver si hacemos otro jejejejejejeje A llevar juguetes que quiero mas abrazos Saludos para tod@s desde este corazón amigo, que los abrazos son mi medicina.

El Sr.: <Samuel> de 30 años y que vive en Santa Cruz de Tenerife envió el siguiente Narrabrazo : Hola. Buenos días. Llueve a estas horas en Santa Cruz. Bendita sea el agua. Estos es un mensaje de agradecimiento a las compañeras que se presentaron en el encuentro para dar abrazos amables en la calle de Herradores, en La Laguna, el día 19 de diciembre de 2007. Se agradece su promoción y su participación. También hay gratitud para las personas que se pararon a abrazar, saludar, hablar un rato, felicitar las fiestas. Para dar una abrazos cada una de las dos partes tiene que derribar su muro o abrir las puertas. Nosotros íbamos con ese propósito. Estas personas ajenas a la intención hicieron su contribución de forma espontánea, igualmente amable y hospitalaria. No me olvido del niño que cantaba villancicos y era tan lindo que tenía varias abuelas; de los cinco adolescentes que compartieron con nosotros un buen rato de abrazos, bromas e interés; de los niños que pidieron por unos instantes abrazos junto a nosotros, la cantera; del señor con aspecto bonachón que se alegraba de la iniciativa; de los chicos que invertían unas horas de sus vidas para pedir firmas contra el derroche energético del ornato navideño; ... Cuando subía desde Santa Cruz a La Laguna estaba seguro de que sería un momento agradable. Cuando regresaba, venía satisfecho con lo ocurrido porque son hermosos los tiempos con buena compañía. Seguiremos adelante por el camino de la paz, el amor, ... Besos y abrazos; felices fiestas.

La Sra./Srta.: <María del Mar> de 36 años y que vive en Tenerife, España envió el siguiente Narrabrazo : Érase una vez, en una hermosa isla de níveos volcanes y en su corazón y cálidas costas bañadas por aguas azules como el zafiro más puro, una linda jovencita que había dedicado su vida hasta ese momento a querer a los suyos y a cumplir con sus obligaciones. Esta muchachita tenía un corazón grande y tierno como el de un bebé, que le hablaba cada día y cada noche pidiéndole a su dueña cuidados y mimos, pero ella no comprendía del todo el lenguaje de su corazón. Cada vez que él le decía "cuídame", ella pensaba que tenía que cuidar a otros, que ese mensaje llegaba de otros corazones, y el suyo, pobrecito, tenía que seguir esperando a que ella consiguiera comprenderlo. Una mágica noche, la luna envió un rayo de mágicos centelleos de plata a la isla. Sucedió que ese rayo se dirigió directamente al corazón de nuestra amiguita, y al de su compañero eterno, al que aún no había reconocido en esta existencia. llevaban un buen rato hablando con palabras y entendiéndose con miradas, cuando el rayo de plata iluminó sus corazones. La joven no entendía lo que estaba sucendiendo. Su corazón estaba eufórico, su alma se expandía tanto que parecía estar a punto de salir volando a otro mundo y dejar atrás su cuerpo, y lo que veía al mirar a su compañero no parecía real. Sin embargo, aún seguía escéptica, pensando que ella no merecía tanta dicha, que algo extraño estaba sucediendo, sí, pero que tal vez todo era fruto del cansancio, del sueño, o incluso que alguien había puesto "algo" en su vaso. Pero entonces, su compañero la miró a los ojos profundamente, cogiéndole las manos, y a continuación hizo algo que ella no esperaba, y a lo que no estaba en absoluto acostumbrada: la abrazó. Y justo en ese momento, en ese instante, el mundo se detuvo, la música dejó de sonar, el tiempo se paró. En ese instante sólo existían sus dos corazones, que hablaban, por fin, el mismo idioma, hablándose y entendiéndose sin palabras, sin ruidos, sin explicaciones ni razones. Y ella, por fin, comprendió a su corazón. Ahora sabía qué era lo que quería decirle cuando le repetía "cuídate". Antes de separarse, el eterno amor de nuesta amigua le dijo al oído "te quiero, y aunque sé que aún no te lo crees, te lo digo ahora para que siempre lo recuerdes y lo sepas". Ella sólo le contestó "lo sé". La vida los separó, cada cual siguió su camino, pero el recuerdo de ese abrazo siempre fue para ella un ancla a la que aferrarse en las noches oscuras y tormentosas por las que tuvo que pasar. Un abrazo enorrrrrrme a todos los que lo hayan leído hasta el final.

La Sra./Srta.: <Adhira> de 28 años y que vive en S/C de Tenerife envió el siguiente Cuentabrazo : Siempre se había sentido atraída por él, pero nunca había movido ni una sola ficha estratétiga del ajedrez del amor en su dirección. Aceptaba su amistad limpia y joven, como se aceptan los regalos inesperados, con doble sorpresa quizás. Por un lado lo percibía con ese cariño incondicional que sólo se le prodiga a los familiares más allegados, por otro, se sorprendía traspasando los límites propios de la “fraternidad”, imaginando, en una oscuridad hecha cómplice, como sería fundir en un largo y profundo abrazo, todo lo que por fracciones ella había ido recomponiendo a lo largo de su amistad con él. Imaginaba en ese abrazo una comunión de olores, de tactos y sentires que la hacían suspirar en alto. Planeaba el momento, el lugar propicio, la excusa quizás, para poder experimentar con su amigo ese abrazo que tantas veces le había regalado en soledad. Pero como dijo un gran escritor, a veces la vida urde lo necesario para encontrarnos, y fue en una cálida tarde de domingo cuando el destino quiso que Anabel y Roberto se reencontraran y se conocieran de forma más profunda a través de un abrazo crucial e inolvidable para ambos. Ella paseaba hacia ninguna parte por la avenida marítima de su cuidad, y él paseaba hacia ella sin saberlo, por la misma larga avenida que marcaba el curso del mar. Los dos iban distraídos, algo borrachos de emociones exaltadas producto de la reflexión de cuando se camina sin prisas y a solas para regodearse tanto en las tristezas como en las alegrías que colman nuestras vidas. Fue ella, al alzar la vista para seguir el vuelo de una paloma blanca, la que lo distinguió a lo lejos, más cabizbajo de lo normal y tan misterioso como siempre, dando pequeños toquecitos secos con su bastón en el pavimento. Anabel sintió de pronto como un ejército de hormigas le hacía cosquillas en el estómago, y como esos pequeños insectos que sentía correr por su vientre le daban el impulso necesario para apurar el paso en su dirección. Cuando el bastón de Roberto topó con alguien que lo sacó de sus profundos pensamientos, se sintió algo irritado. El olor dulzón del perfume de Anabel y su inconfundible tacto, le devolvieron la luz a su ciega mirada. Fue así como se abrazaron por vez primera, debido tal vez al entusiasmo irrefrenable de encontrarse por sorpresa. Fue un abrazo intemporal, con olor a sal y sabor a caramelo. Cuentan que un pintor que por allí pasaba, dibujó aquel abrazo…Y mientras ella miraba el intenso azul del mar de fondo, él miraba el intenso azul del mar de ella.

Total Micro Relatos: 13 *Colocando el ratón sobre el nombre podrá ver la 'Fecha de Alta' y el 'IP' del Micro Relato.

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