Descubre el principio 90/10. Cambiará tu vida (al menos la forma en como reaccionas a situaciones). ¿Cuál es este principio? El 10% de la vida está relacionado con lo que te pasa, el 90% de la vida está relacionado por lo forma en como reaccionas.

¿Qué quiere decir esto? Nosotros realmente no tenemos control sobre el 10% de lo que nos sucede.

El Dr. Jeet Liuzzi fue, hasta 1984, funcionario del ministerio de asuntos exteriores Italiano. Es Doctor de la Sociología y ha trabajado como Docente, Politólogo, Director de teatro, Terapeuta en Siquiatría dinámica y sicodramaturgo. Hasta la fecha ha impartido como 900 seminarios por todo el mundo. El Dr. Liuzzi asesora institutos, empresas, holding y gobiernos. También es un artista que vende sus pinturas en todo el mundo.

Pregunta: Dr. Jeet, Conocemos y Desarrollamos nuestras capacidades, realmente.

Dr. Jeet: Mi observación es que, en todo nuestro entorno cultural, se presta mucha más atención a lo negativo que a lo positivo. Aquello que se siente como negativo se suele resaltar mucho más: " Yo estoy enfermo, no tengo trabajo, no se, yo no puedo investigar, etc." Prestamos muchísimo menos atención a nuestras capacidades, a nuestro potencial, a nuestras posibilidades.
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Nuestra sociedad actual parece estar en crisis. Pero, ¿por qué?

Por que la mayoría de la gente ya no hace caso de su intuición y, mucho menos, procede según ésta le indique. La mayoría de las personas, y aquí también hay que incluir a directivos, empresarios, políticos..., se rigen por datos, informes, diagnósticos y cifras secos y fríos. Algunos especialistas y analistas económicos sensibles a estos temas afirman que muchos altos cargos han perdido la capacidad de percepción para sentir a las personas y los mercados, y que esa es una de las razones más importantes por las que las economías de muchos países tienen problemas y las cuentas de resultados de las empresas fracasan. Ya no prestan atención a su intuición, han dejado de escuchar su voz interior. Eso sí, atienden las voces de otros, voces que quizá estén en lo cierto para ellos mismos, pero no para los organismos o entidades a las que asesoran. La intuición con la que el proyecto (sea cual sea) nació, se perdió y, por tanto, también desapareció ese brillo especial que irradiaban sus productos, servicios o propósitos.

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